“¡Dios, la fuente, el universo, el todo, no me escucha!” Expresan muchas personas. Yo mismo lo expresé e incluso le grité y hasta me encabroné con ÉL.
Pero, en realidad, es que nos contesta de muchas maneras, solo que solo ejercemos la comunicación de la palabra vocalizada y esperamos eso. O, esperamos que aquel problema que estamos viviendo se solucione y si se soluciona damos por hecho de que fuimos escuchados. Después, entendí que el universo se expresa de múltiples maneras, pero nosotros no estamos acostumbrados a poner atención a esas formas de comunicación. La otra explicación que nunca tomamos en cuenta, es que probablemente se nos negó lo solicitado, que también puede ser, pero normalmente omitimos lo que no nos conviene.
Pero… Hay más cosas que tomar en cuenta. Para empezar, aunque nos han dicho en la mayoría de las filosofías, que somos un fractal (un pedacito) de la fuente creadora y que muchos llaman Dios, como que no alcanzamos a entenderlo y menos a integrarlo porque es más lo que nos dicen sobre que no somos dignos ni merecedores y nos han hecho creer que no valemos la pena. Sin embargo, somos fractales, es decir, somos una gota de ese océano y tenemos como tal, sus mismas características. Por lo tanto, somos seres con la capacidad de crear, somos creadores, pero con un tremendo complejo de inferioridad. Y nosotros mismos desde ese sentimiento de inferioridad nos hemos creado las situaciones adversas que vivimos y somos nosotros mismos quienes no nos escuchamos en nuestras peticiones.
Aunque, volviendo al punto, el universo si nos escucha y contesta. Una de sus formas es lo que llamamos casualidades o coincidencias. Los seres humanos tenemos una habilidad innata que es la detección de patrones y esa es la herramienta que tenemos y debemos usar para detectar los mensajes que vienen de esas realidades etéricas, o sea, no físicas.
En mi pasada columna escribí sobre que la verdad es algo personal, es decir, cada quien tenemos información que para nosotros es real y verdadero, aunque para otros no y tienen otra verdad. Bueno, durante los dos días previos a que escribiera dicha columna, estuve recibiendo mensajes a través de situaciones que “casualmente” me ponían ese tema enfrente y que aparte yo mismo venía reflexionándolo. Primero empezó a inquietarme ver como trabajan las “verdades” de cada quien en mis amistades y conocidos e inicio mi reflexión, después me topo “casualmente” con información parecida en redes sociales e interacciones con personas. Luego hago un programa en vivo en mi canal de Tiktok “Un ciudadano pensó” y entre la gente que veía el programa identifiqué a una amiga de Argentina y talentosa canalizadora y la invito a subirse a la transmisión y adivinen que tema tocó… También el tema de la “verdad”. Entonces yo interpreté ese patrón de coincidencias como un mensaje de que es el tema en el que debo enfocarme y eso hice obviamente.
La otra manera en que recibes contestación o mensajes es en sentimientos o corazonadas, por ejemplo, lo que estoy en este momento escribiendo, viene de una mezcla de que me nació tocar este tema y algunas coincidencias. Es decir, de manera compuesta.
También nos responden muchas veces en lo que sucede en nuestro día a día y si nuestra pregunta fue por ejemplo como puedo curarme de esta gripe, pasa delante de ti el remedio en un anuncio en la calle, en la cartelera de un autobús urbano que cruzo por enfrente mientras hacías alto en la luz roja, en una platica con diferentes personas, donde coincidentemente en todas salía de alguna manera el caldo de pollo o una referencia de lo rico que es el caldo de pollo. Y ahí tienes en repetidas ocasiones la respuesta a tu pregunta, pero no tenemos entrenada nuestra atención.
Solo en la tenemos entrenada para gustos muy personales y de manera involuntaria. Como diría mi madre, “Nomás pa lo puro que te conviene vaquetón”. Sin embargo, podemos trabajar y entrenar nuestra atención a otros temas, que también nos convienen, pero no estamos conscientes de ello.
El uso consciente de las principales herramientas que tenemos, pero que nadie nos enseñó en casa o en la escuela es lo que va ayudarnos a descubrir otras herramientas que también tenemos pero que no las vamos a ver ni entender hasta que desbloqueemos las herramientas previas. Como en los juegos de video, conforme vas avanzando en el juego y vayas obteniendo herramientas (en el caso del juego armas) eso te da acceso a herramientas más avanzadas o dones.
Entonces si tú eres de los que piensan que la fuente, el universo o Dios no te escucha, debes de trabajar en entrenar tu atención y recordar que lo que piensas y sientes lo creas, así que muchas veces no es la vida la que te mete en problemas, los creas tu involuntariamente por no tener adecuadamente educada la forma en que te permites pensar y sentir. No conoces realmente tu universo interior y una excelente herramienta es donde y como usas tu atención… Entre otras herramientas del ser humano. 1CP